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sábado, 25 de septiembre de 2010

La Delincuencia Gana Terreno O...¿No Sabemos Que Hacer?

Prevención De Conductas Antisociales

Por: Yorik Rafael Piña F.
Presidente de la Fundación Amigos Del Mundo Inc.

I de IV

La batalla contra la pobreza y la delincuencia, a la luz de la realidad, se está perdiendo. En aras de ser positivos, no podemos mentir. Esto es un grito a la conciencia de cada uno de los ciudadanos de América Latina con capacidad para  percibir, enjuiciar y razonar. Cada vez hay más pobres, cada vez hay más delincuentes. Ciertamente, se están tomando algunas medidas; pero no han generado el resultado esperado. ¿Es posible ocultar el sol con un dedo?. Cada día se incrementan los actos antisociales. No nos anima politizar nuestro llamado. No es un problema de tal o cual gobierno o de tal o cual partido. Es un problema del Estado. Es un problema de la sociedad toda. Es un problema que debe encararse con toda la seriedad que amerita, sin colores de ningún tipo. El problema nos afecta a todos por igual.

En 1994 se creó en la República Dominicana, la ley 14-94 o Código Del Menor, por recomendación de las Naciones Unidas, al través de UNICEF. No se percibió una baja notoria de los índices de proclividad al delito por los adolescentes de la época. El 7 de agosto del 2003 se promulga la  Ley 136-03 que modifica la 14-94 del 1994. El articulo 340, literales a y b de la nueva ley establece penas mayores para los adolescentes “declarados responsables por sentencia irrevocable por la comisión de los delitos de: homicidio, lesiones físicas permanentes, violación y agresión sexual, robo agravado, secuestro, venta y distribución de drogas narcóticas y las infracciones a la ley penal vigente que sean sancionadas con penas de reclusión mayores de cinco años” y no  ha sucedido nada especial por lo que podamos decir que el auge de las conductas parasociales de los adolescentes ha disminuido. El código es una pieza excelente para proteger todos, léase bien, todos los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Parece que el problema no es el código del menor porque las  conductas antisociales van en aumento.

Los jueces y el ministerio público han ido creciendo en cuanto al entendimiento de que los menores de 18 años no reflexionan como adultos de 25 años de edad y más. Cada vez sus sentencias están más acordes con la realidad del adolescente. Cada vez más los jueces y el ministerio público conocen la estructura psicológica del adolescente. Frecuentemente, se logran sentencias más apegadas a la ley que rige la materia. La Suprema Corte De Justicia Y La Procuraduría General De La República hacen grandes esfuerzos por preparar más y mejor a sus subalternos. Parece que el problema no es el ministerio público ni los jueces que aplican el código porque las  conductas parasociales van en aumento.



El autor es psicólogo Clínico

Agradecemos tus comentarios sobre este tema. Valoramos tus ideas y conceptualizaciones, al respecto.

jueves, 23 de septiembre de 2010

CONFIRMADO…..EL PROFESOR YORIK PIÑA VIENE A NEW YORK


El admirado y querido por los barahoneros Profesor Yorik Piña ha confirmado su presencia en los actos de celebración de la Fiestas Patronales de Barahona que se efectuarán en New York.  En un mensaje difundido en su página de Facebook dijo:

 “Quiero avisar por este medio a todos mis relacionados, especialmente a los barahoneros que viven en la urbe newyorkina, que con motivo de que me han dedicado las fiestas patronales de Barahona, a celebrarse en la Av. Amsterdam y Audubon, el 2 de octubre. Arribaré a la ciudad de New York el viernes 1 de octubre. Quisiera verles, si es posible, personalmente. Dios les bendiga! Hasta el viernes 1”.


Las Fiestas Patronales de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la Provincia de Barahona estará organizada por Expo Feria USA-RD que dirige Frank Adolfo en la fecha indicada y se espera la presencia en dicho evento de Autoridades Municipales y Gubernamentales, Artistas y Lideres comunitarios de Barahona.



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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cargando El Venado

Cortesía de Eladio Uribe

Anónimo (Decir Popular)
Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso Apamate.  Se le miraba triste, meditando cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.   Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien al verlo en tales fachas, le preguntó cual era el motivo, para que él se encontrara en situación tan deprimente. 
        
            
 Compadre, la desconsiderada de tu comadre! Ella es la culpable de mi situación: ¡Tu comadre! Esta noche la mato, la desaparezco; pero de que se muere, se muere.
  
        -
No digas eso compadre, mejor dígame,  ¿porqué la quiere matar?, a lo mejor te puedo ayudar a encontrar una mejor solución al problema. 
        

El compadre, después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato:


Mira compadre, tú sabes que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería. 

Me voy con mi escopeta, paso  varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y  tigres, soportar la terrible comezón que me producen las garrapatas y  los piquetes de mosquitos.


Aguantar de como se me mete hasta los huesos el frío de las noches. Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo en mis espaldas todo el largo camino de regreso al rancho y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa. 

Todavía no termino de llegar  cuando aparece mi señora con el cuchillo en la  mano e inmediatamente, empieza a repartir el venado entre los vecinos y sus familiares. 

Que una pierna pa' doña Juana, que otra pa' doña Cleo, que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá, que esto pa´ ca,  que las costillitas para mi hermana  y, a los dos o tres  dias,  de nuevo sin nada que comer y ahí voy de tonto otra vez de cacería.

¡Pero... ya me cansé y esta noche, mínimo, las desmechoneo! 
  

El compadre de aquél pobre desdichado, después de meditar un momento, 
 le dio la siguiente solución: 
  
-Invita a tu mujer a cargar el venado. 

-¿¡Qué!? 

Sí, llevate a la comadre de cacería; pero no le digas las penurias que pasas para llevar el venado a tu casa. Mejor píntasela bonito.
  No le hables de caminos empedrados, ni de  los bichos, ni los peligros, ni del frío ni el calor. 

Dile que la invitas a la cacería para que los dos disfruten juntos de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que te cobijan en la noche,  de los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes, de la graciosa manera en que camina el venado, como si fuera un bailarín de ballet, del dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin, pintale bonita la cosa. 
  
El compadre siguió el consejo. Por supuesto que la convenció.
 

La mujer, entusiasmada, se fue con la falda larga hasta el tobillo. Poco a poco se le desagarraba con las puas en el camino y al cruzar el primer "aguamal" se redujo a minifalda porque la prenda quedó desgarrada.
 

 La blusa le quedó toda jodida, los zapatos se le rompieron por las piedras y las espinas la hicieron sangrar. 

Se le pegaron por todo el cuerpo garrapatas y bichos. El fuerte sol le quemó la piel.    El pelo se le maltrató: le quedó tieso como estropajo. Las manos llenas de ampollas y llagas que se le hicieron  al abrirse paso entre el espeso monte.  

Toda vuelta mierda y sin aliento, estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora.   
Por fin, después de tantos martirios, encontraron al venado.
 El hombre sigiloso se acercó a su presa, y localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal. ¡Bang! Y el venado cayó muerto.   
La mujer no cabía de júbilo pensando que su sufrimiento había terminado, pero no era así.
 
  

 
Ahora, mi amor, quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente -- le dijo el hombre masticando con una expresión rabiosa  en cada una de sus palabras.   
La mujer casi se desmaya ante la mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a su casa no tuvo aliento ni para replicar, cargó el venado en su espalda hasta su casa.

  

Casi muerta con las piernas temblando, jadeando y a punto de reventarle el corazón, llegó y tiró el animal
  en la sala de su casa.   
Sus pequeños hijos 
 y sus vecinos, salieron a recibir a la pareja de  cazadores y acostumbrados a la repartición, gritaron los niños  a su mamá con alegría: 
  

 Mamá, mama!! Vamos a repartir el venado, 
 la mamá de Huguito está esperando por una pierna del venado!!!.  

--¿Mami qué pedazo le llevo a mi tía?, le dijo otro.
   
La mujer 
 tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre volteó a ver a los niños y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó: 
  

 
¡¡¡ Este venado no me lo toca NADIEEEE !!! y tú Huguito, ve y dile a tu mamá que se vaya a  la Porra!!!!!   El que toque este Venado lo Mato!!!!!!!!!!!