Por Yorik Piña
El correr por la vida durante 70 años dispone, a quien los ha vivido intensamente, de una actitud de pocas sorpresas en cuanto a la manera de ser, la personalidad de los seres humanos con los que nos ha correspondido compartir frecuentemente en las comunidades en los que hemos hecho nido.
Rogelio Fermin, a quien todos conocen como Rolando es un ser humano muy especial, quizás la excepción de lo que hemos afirmado anteriormente.
Le conoci cuando aún era un muchachito de 12 años. El mismo me recuerda que me conoció en el Parque de los Sueros en ocasión de estar yo llevando una película religiosa a ese entorno social, muy difícil por cierto, en razón de que en esa zona estaban enclavados "los guazos" (Palabra muy barahonera). Me cuenta Rolando que se "encaramaba" en uno de los árboles del parque y tiraba piedrecitas a los que ahí llevábamos un mensaje de amor de Dios.
Este personaje barahonero que conocio la capital despues de cumplir los 14 años de edad, siente un amor tan grande por su Barahona que cuando iba a la capital por razones de estudio y de trabajo, no podía permaneceer por mucho tiempo fuera de su lar nativo porque, según el mismo cuenta, se enfermaba con gripes, fiebres y de cuantas cosas el cuerpo podia reaccionar a l extraño ambiente que le circundaba.
Se alfabetizó tarde. Se formó sin un padre que le guiara y tuvo que hacer malabares para lograr el bachillerato. Se enganchó a maestro y su éxito fue tal, que en una institución en donde trabajaba, fue advertido para que manejara mejor las motivaciones que ofrecía a los alumnos, ya que estos sólo estudiaban la materia que el impartía.
Se levantó entre el trabajo duro, del obrero común y compartía su tiempo con paseos por la intelectualidad, ejerciendo el magisterio. Trabajo en RADECO un organismo del Ministerio de Educación que llevaba el conocimiento a las más remotas comunidades de la región, cruzando montañas, rios, cañadas y bosques.
Fue Profesor y Director del Colegio Fernando Arturo De Meriño (FAME) y maestro de otras instituciones académicas.
Desgraciadamente Rolando ha dejado el magisterio. Se dedica a una fabrica artesanal que le aporta mas beneficios que 5 sueldos del magisterio. Alega aque tiene que vivir. Fue uno más de los mal pagados por este sistema educativo que, aún con el 4% que se le ha ofrecido a la educación no va a lograr el objetivo de una mejor educación si no tiene maestros de la calidad de Rolando Fermin.
Loor a los grandes barahoneros! Si no nos valemos de nuestros mejores hombres y mujeres para tener un mejor barahona, un mejor país, seguiremos dando palos a ciegas y no tendremos nunca la patria que soñaron nuestros patricios y que se merecen nuestros hijos y nietos, las siguientes generaciones.
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